Es esencial conocer los pasos para liquidar una empresa en Nueva Zelanda si las operaciones empresariales no se desarrollan según lo previsto en estos tiempos de dificultades económicas. A veces, lo más beneficioso es cerrar las operaciones de la empresa para evitar acumular más gastos. Esto hace que la liquidación sea una opción viable para los ejecutivos cuando la reorganización o nuevas inyecciones de capital no son factibles después de constitución de empresas en Nueva Zelanda.
Puntos clave:
Pasos para liquidar una empresa en Nueva Zelanda | 1. Decisión y método para liquidar 2. Resolución de los accionistas 3. Nombrar un liquidador 4. Notificación a la Oficina de Sociedades 5. Procedimientos administrativos de liquidación 6. Informe final Informe final |
Tiempo generalmente necesario | Liquidar una empresa en Nueva Zelanda debería llevar aproximadamente un año, si todo está en orden. |
Razones para liquidar una empresa en Nueva Zelanda | Éstas varían, pero el punto clave es cumplir las normas y estar en regla con las autoridades. |
Liquidación involuntaria | Puede desencadenarse por el incumplimiento de las responsabilidades legales previstas en la ley. |
¿Cuáles son las principales funciones de un liquidador? | El liquidador designado es responsable de gestionar los activos no garantizados de la empresa, y debe congelarlos. A continuación, debe vender estos activos para pagar las deudas contraídas con los acreedores y los accionistas. |
¿Tienen responsabilidades los accionistas? | Se requiere una resolución especial de los accionistas para iniciar el proceso. |

El proceso de 6 pasos para una liquidación solvente
Estos son los seis pasos básicos que debes seguir cuando liquidas una empresa en Nueva Zelanda:
Consejo de experto: Elegir un liquidador cualificado
Según nuestra experiencia, aunque la legislación neozelandesa no exige que el liquidador de una liquidación solvente tenga una licencia específica, es muy aconsejable nombrar a un profesional. El liquidador asume el control total de la empresa y tiene importantes responsabilidades legales.
Recomendamos designar a un miembro de un colegio profesional, como un censor jurado de cuentas o un abogado especializado en insolvencia. Recurrir a un profesional garantiza que el proceso se gestione con eficacia, que se cumplan correctamente todas las obligaciones legales y que los administradores estén protegidos frente a posibles responsabilidades derivadas de una liquidación mal gestionada.
Paso 1: La Junta propone la liquidación
El consejo de administración de la empresa se reúne y acuerda la liquidación de la empresa y convoca una junta de accionistas. Una empresa puede entrar en liquidación por varios métodos:
- Liquidación voluntaria
- Liquidación solvente
- Liquidación judicial
- Administración judicial.
La liquidación tiene efecto inmediato. La empresa debe cerrar y su inscripción se elimina del Registro Mercantil.
Paso 2: Los accionistas aprueban una resolución especial
En la junta de accionistas, se aprueba una resolución especial que requiere una mayoría de votos del 75% para iniciar la liquidación.
Paso 3: Nombrar un liquidador
Los accionistas nombran a uno o varios liquidadores para gestionar la liquidación de la empresa.
Un liquidador puede ser nombrado por orden judicial, junta de accionistas o por resolución de los acreedores de una empresa en una “junta de cuenca”. Estas reuniones sirven para que los acreedores decidan sobre el futuro de la empresa.
El liquidador designado es responsable de gestionar los activos no garantizados de la empresa, y debe congelarlos. A continuación, debe vender estos activos para pagar las deudas contraídas con los acreedores y los accionistas.
El liquidador también debe revisar la situación financiera de la empresa e identificar el problema o problemas que han llevado a su liquidación. Si es necesario, el liquidador debe investigar los delitos cometidos por la empresa o el director o directores.
El liquidador puede necesitar celebrar una junta de acreedores para:
- Reúne información sobre la empresa
- Permitir a los acreedores plantear y debatir cuestiones relacionadas con la liquidación de la empresa
- Identifica cualquier activo adicional.
El liquidador puede comunicarse con accionistas, empleados actuales y antiguos, contables, auditores y otras partes implicadas en la creación o gestión de la empresa.
Por último, el liquidador debe elaborar informes periódicos sobre las actividades y los resultados de la liquidación para los acreedores y los accionistas, y presentarlos a la Oficina de Sociedades.
Sustitución de un liquidador
Ten en cuenta que las empresas pueden sustituir a un liquidador, si es necesario, mediante una junta de acreedores.
Paso 4: Notificar públicamente la liquidación
El liquidador debe notificar la liquidación a la Oficina de Sociedades y anunciarla públicamente. Esto se hace para notificar a terceros la “disolución” y la intención de liquidar la empresa en Nueva Zelanda. Este anuncio se publica en la Gaceta de Nueva Zelanda.
Tras este aviso público, la empresa debe esperar 20 días hábiles para permitir que se presenten objeciones a la destitución de la empresa.
El liquidador debe presentar una notificación de su nombramiento en la Oficina de Sociedades y anunciarlo en la Gaceta de Nueva Zelanda y en un periódico local.
Paso 5: El liquidador liquida la empresa
El liquidador toma el control, realiza los activos de la empresa, paga a todos los acreedores y prepara los informes financieros finales.
Una vez que la empresa ha notificado con suficiente antelación su intención de liquidarse, puede iniciar los procedimientos formales de liquidación. Esto lo lleva a cabo el liquidador, e incluye:
- cerrar el negocio,
- vender cualquier activo relevante de la empresa
- comunicarse con los acreedores y recibir sus reclamaciones
- preparar y enviar informes periódicos a los acreedores y otras partes interesadas
- investigar discrepancias, posibles delitos o transacciones irregulares
- realizar los pagos necesarios a los acreedores (dividendos).
Paso 6: Informe final y baja en el Registro
El liquidador presenta su informe final en el Registro Mercantil. Una vez que el Registrador está convencido de que el proceso ha concluido, la empresa se da de baja en el Registro Mercantil y queda formalmente disuelta.
Al liquidar una empresa en Nueva Zelanda, el liquidador debe preparar un informe final y presentarlo al gobierno. Este informe final debe incluir una breve descripción de las actividades y los resultados de la liquidación.

El papel de la Oficina de Empresas
La Oficina de Sociedades de Nueva Zelanda es el organismo público que gestiona el registro de todas las sociedades. El nombramiento del liquidador y otras notificaciones clave deben presentarse en la Oficina de Sociedades. El último paso del proceso es solicitar que el Registro Mercantil elimine la empresa del registro.
El papel de un Director durante la liquidación en Nueva Zelanda
Los directores deben rellenar una Declaración de Asuntos, que debe incluir:
- Una descripción de la historia de la empresa
- Detalles de la causa de la quiebra de la empresa
- Datos comerciales
- Cualquier reclamación legal por o contra la empresa
- Todos los activos y pasivos de la empresa
- Toda la información de los accionistas
Los administradores de empresas deben ayudar al liquidador a localizar sus registros y activos empresariales. Además, ayudan a responder a todas las preguntas sobre la empresa y su forma de hacer negocios.
Según la legislación neozelandesa, es ilegal que un directivo destruya, oculte o sustraiga bienes, registros u otros documentos de la empresa. Las consecuencias de hacerlo pueden ser multas y penas de prisión.
Preguntas frecuentes para liquidar una entidad en Nueva Zelanda
Basándonos en nuestra amplia experiencia, éstas son las preguntas habituales que recibimos de los clientes sobre la liquidación de una entidad en Nueva Zelanda.
1. ¿Cuál es el proceso de liquidación en Nueva Zelanda?
- 1. Decisión y método para liquidar
- 2. Nombrar un liquidador
- 3. Notificar a la Oficina de Empresas
- 4. Emprender procedimientos de liquidación administrativa
- 5. 5. Informe final
2. ¿Cuánto tiempo se tarda en liquidar una empresa en Nueva Zelanda?
El proceso de liquidación durará normalmente entre 10 y 14 meses, suponiendo que la entidad esté al corriente de sus obligaciones y no sea necesario realizar ningún trabajo de rectificación.
3. ¿Cuáles son los motivos para liquidar una empresa en Nueva Zelanda?
Hay varias razones por las que puedes hacerlo, como que la empresa se vuelva inviable, un cambio en las leyes o un simple fracaso en los mercados pertinentes. Puede que quieras cerrar un negocio para abrir otro o que quieras irte del país por otros motivos. Sea cual sea el motivo por el que decidas liquidar una empresa en Nueva Zelanda, lo mejor es hacerlo conforme a la ley.
4. ¿Te pueden obligar a liquidar una empresa en Nueva Zelanda?
Sí, en determinadas circunstancias.
5. ¿Qué ocurre con la situación fiscal de la empresa?
El liquidador es responsable de presentar una declaración fiscal final ante el Departamento de Hacienda (IRD) y de liquidar todas las deudas fiscales pendientes antes de que se disuelva la empresa.
6. ¿Cuál es la diferencia entre liquidación y “striking off”?
La liquidación es un proceso formal para resolver los asuntos de una empresa, ya sea solvente o insolvente. La “exclusión” o eliminación es un proceso más sencillo en el que el Registrador elimina a una empresa del registro porque ha cesado su actividad y no tiene activos ni pasivos. Una liquidación formal es necesaria para una empresa con un historial financiero más complejo.
7. ¿Qué hace un liquidador?
El liquidador se hace cargo de todos los bienes de la empresa, liquida todas las reclamaciones de los acreedores y distribuye los bienes sobrantes entre los accionistas. También debe presentar informes periódicos a la Oficina de Sociedades.
8. ¿Qué es una “resolución especial”?
Una resolución especial es una decisión formal aprobada por una mayoría de al menos el 75% de los accionistas de la empresa con derecho a voto sobre el asunto.

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